La última palabra...

Parece que me he equivocado de nuevo. Aquella persona que parecía una simple ovejita descarriada, una pobre personita indefensa que solo necesitaba alguien que le reguardase bajo sus brazos resultó ser el peor de los lobs feroces. Habría luchado contra viento y marea por ti,  me daban igual los obstáculos sabía que podía superarlos todos  y más si te tenía a mi lado. Se podría decir que fuimos felices o al menos eso pensé yo… ¡Qué equivocado estaba! Me provocaste una crisis de ansiedad y te largaste dejándome tirado en medio de un campo viendo como la luz de mis ojos se apagaba y en mi mente solo podía resonar una y otra vez la misma palabra, esa palabra que  no dudaste en pronunciar ni un segundo a pesar de la situación en la que me encontraba,   esa palabra que zanja muchas conversaciones,  muchos momentos felices y  mata muchas esperanzas aquella palabra que te repito yo ahora… “Adiós”

 

 

Shail