¿Quién me
diría a mí que el tiempo pasa tan deprisa como lo está haciendo? Si miro atrás
aún nos recuerdo en aquella habitación,
tan miedosos, llenos de nervios y con
mucho calor. Tardamos horas en decidir qué película íbamos a ver, pero al final acabamos viendo Tormenta de Verano.
A cada escena que aparecía me iba acercando más y más a ti, notaba como mi
corazón palpitaba cada vez más fuerte , incluso pensé que se me iba a salir del
pecho. Los latidos de tu corazón me adormecían pero no podía dejar de mirar la pantalla de la
vergüenza que me daba aunque tú hacías lo mismo. Después acabó la película y empezó de nuevo a sonar la canción inicial
y sin saber muy bien cómo ni por qué acabamos fundiendo nuestros labios
en un bonito beso del que será difícil
olvidar. Todo lo que pasó esa noche fue fantástico pero me quedé con una frase “No voy a sufrir a
costa de tu dolor”. El tiempo fue
pasando y aquél día 13 de junio ya quedó
muy lejos, pero no pasa un día que venga a mi memoria. Una semana después me
armé de valor y cansado de tanto
dolor decidí dar el paso de
pedirte salir, darte mi mano y levantarte del suelo donde otros te dejaron tirado. Los meses de verano se hicieron eternos, aunque te
venía a ver todas las semanas porque no
podía estar sin ti. ¿Recuerdas aquel 4
de agosto cuando tumbados a las tantas de la mañana sobre el césped mirando las estrellas me dijiste que me
querías? Ese fue un momento único, un momento que me dio fuerzas para tirar
hacia delante y comerme el mundo. Cuando
volvimos a vernos después de ese bonito
momento las cosas estaban muy diferentes, aunque nadie puede decir que ninguno
dejó de luchar en ningún momento. Juntos en 6 meses hemos superado muchísimas dificultades, pero hemos
tenido un montón de alegrías que nadie puede mejorar. Si dejamos que un error
marque una vida podemos perder esa vida llena de aciertos ¿no? Cuando estoy a
tu lado me siento seguro, aunque eso es
bastante difícil en mí. Alguien que soporta tus defectos, alaba tus
cualidades y te ama con locura no podría
ser mejor esposo ¿no? Desde el primer
momento que te vi sabía que tú ibas a ser para mí, que quería un futuro contigo
y que tendríamos muchos obstáculos en el camino. Te amo todo lo que un gato
loco puede amar a un príncipe perruno.
Recuerda que cuando estemos
separados mira el cisne y sabrás que esa
es nuestra figura de unión con el universo.
Te amo mi Perrete.
Shail.
No hay comentarios:
Publicar un comentario