Eran poco más de media noche, parecía que el cielo estaba sumido en el más profundo llanto y yo sin paraguas, así que me estoy mojando y seguramente mañana tenga fiebre...
Pero entonces apareció un chico con un paraguas de color negro, más negro que la misma noche, se acercó a mí y me dijo:
-Hola, ¿no es un poco tarde para que andes por la calle? métete bajo el paraguas te llevaré a casa
- Gracias, pero vivo un poco lejos y...
-Calla - me interrumpió de repente- no importa lo lejos que vivas
-Será idiota -pensé-
Acto seguido me metí debajo del paraguas y no conversamos más que las indicaciones de donde estaba mi casa, no sé porque pero me sentía bien a su lado... Pero que digo es un chico es imposible que algo así pueda estar pasando. Cuando íbamos por la mitad del camino el entrelazó su mano junto a la mía y pensé que el corazón me estallaría
-¡Pero qué haces!- Repliqué - ¿¡Por qué me agarras la mano!?
- Porque es justamente lo que querías que hiciese ¿no? - sonrió ampliamente-
Yo empecé a balbucear palabras sin saber que decir y cuando me quise dar cuenta estábamos en la puerta de mi casa y entonces....
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