sábado, 9 de julio de 2011

1 | Y entonces...

Eran poco más de media noche, parecía que el cielo estaba sumido en el más profundo llanto  y yo sin paraguas, así que me estoy mojando y seguramente mañana tenga fiebre...
Pero entonces apareció un chico con un paraguas de color negro, más negro que la misma noche,  se acercó a mí  y me dijo:

-Hola, ¿no es un poco tarde para que andes por la calle? métete  bajo el paraguas te llevaré a casa

- Gracias, pero vivo un poco lejos y...

-Calla - me interrumpió de repente- no importa lo lejos que vivas

-Será idiota -pensé-

Acto seguido me metí debajo del paraguas y no conversamos más que las indicaciones de donde estaba mi casa, no sé porque pero me sentía bien a  su lado... Pero que digo es un chico es imposible que algo así pueda estar pasando. Cuando íbamos por la mitad del camino el entrelazó su mano junto a la mía y pensé que el corazón me estallaría

-¡Pero qué haces!- Repliqué - ¿¡Por qué me agarras la mano!?

- Porque es justamente lo que querías que hiciese ¿no? - sonrió ampliamente-

Yo empecé a balbucear palabras sin saber que decir y cuando me quise dar cuenta estábamos en la puerta de mi casa y entonces....

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